¿Cuándo se recomienda iniciar la terapia?
Son diversos los motivos para ir a terapia:
-Cuando sentimos un malestar físico y/o psíquico, una sensación de angustia, tristeza, decaimiento… es un buen momento para pedir apoyo al terapeuta.
-Cuando pasamos por procesos vitales que sentimos nos son difíciles de gestionar, como duelos, separaciones, desempleo,… el terapeuta te ayuda a transitarlos y asimilarlos.
-Cuando tenemos la necesidad de conocernos mejor, comprender nuestra manera de comportarnos, o queremos modificarlas porque nos causan malestar a nosotros o a quienes nos rodean.
-Cuando sentimos una sensación difusa de que el día a día nos sobrepasa, que la vida nos lleva, o de que no nos llena lo que hacemos o lo que nos rodea,… ir a terapia nos ayuda a ser protagonistas de nuestra propia vida, a sentir que tomamos las riendas de nuestro destino.

¿Qué se logra con la terapia?
Aprendemos a conocernos a nosotros mismos. También es un camino de auto aceptación, de integrar o reconocer las partes que no nos gustan, para poder cambiarlas o modificarlas, y de asumir y reconocer las partes sanas o saludables que poseemos.
También aprendemos a vivir más en el presente, en las situaciones que nos acontecen, más que a estar centrados en lo que nos ocurrió en el pasado, y a proyectarnos menos en el futuro que vendrá.
Nos abrimos a los demás, aprendemos a vivir plenamente la relación con los otros, mostrándonos tal cual somos, disfrutando de la compañía de los otros, o reconociendo las relaciones que nos perjudican.
Otro de los aspectos que aporta la terapia es a disfrutar de los momentos de soledad buscada, de los momentos del encuentro con uno mismo.
