Eneatipo 4: envidia

La envidia se manifiesta como un estado emocional doloroso, un estado de carencia y un ansia por satisfacer esa carencia. Lo excesivo del ansia de amor impide saciarse y estimula mayor frustración y dolor, perpetuando el sentimiento de escasez, de carencia. Nunca se siente feliz con lo que tiene y siempre mantiene una cierta esperanza de obtener lo que le falta, lo que necesita, que se traduce en una constante demanda. Cree que lo que necesita siempre es algo que viene de fuera.

El hambre de amor, la voracidad característica de la envidia tiene su origen temprano en el sentimiento infantil de carencia, de frustración, de celos frente a otra persona que sí posee aquello que uno necesita.

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