
El amor, una de las expresiones de la emoción básica de la alegría, sirve para abrirnos a los demás, para conectarnos a los demás y compartir, como seres sociales que somos, en un equilibrio entre el dar y el recibir.
Otras expresiones de la alegría serían la amistad, el afecto, el erotismo, el cariño, ….
Una buena gestión de esta emoción aporta serenidad, sentimiento de estar conforme con uno mismo, de conexión con el otro. Una mala gestión nos puede conducir a la euforia o a la tristeza.