
La lujuria se manifiesta como una tendencia al exceso y una búsqueda vengativa de verdad y justicia. La pasión de intensidad compensa una oculta falta de viveza interior. Hay una exageración de la necesidad y un impulso a seguir la acción que lleva a satisfacerla. En esta acción no hay límites ni culpas, es como si el lujurioso se sintiera con derecho a hacer lo que desea por cualquier medio.
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