
La gula se manifiesta en una debilidad por el placer, en una tendencia hedonista; en una insaciabilidad que se traduce en querer más de todo. La insaciabilidad no comporta insatisfacción, porque en su actitud está implícito que puede conseguir eso que tanto desea y busca. La parte carencial es ocultada por el entusiasmo del deseo.
Podemos decir que el tipo 7 ha logrado a algún nivel sustituir su necesidad de amor por la necesidad de placer. En su experiencia temprana, el amor ha sido sustituido por los mimos y el goloso se agarra a ellos para no conectar con el dolor de la frustración de una necesidad más básica. La autocomplacencia, la autoindulgencia son maneras de conformarse, mientras que la rebeldía o la falta de disciplina apuntan a un resentimiento mantenido muy oculto. Tener todo lo que se pueda desear, darse todos los caprichos, ver la vida con un cristal rosado garantiza que no sea necesario sacar ese resentimiento.
– Comportamiento observable: despreocupado, infantil, alegre, optimista. Falto de disciplina por la dificultad de posponer el placer. De tendencias anticonvencionales y enfoques utópicos. Hay una tendencia a la evitación del sufrimiento y una orientación hedonista que se relaciona con la permisividad y la autoindulgencia. El hedonismo se convierte en una protección contra el dolor y la frustración y se mantiene a expensas de la evitación y represión del dolor.
– Comportamiento interpersonal: abierto, simpático, extravertido y charlatán. Muestra una complacencia seductora, se siente inclinado a complacer a aquellos a los que quiere seducir porque ha llegado a sentirse amado mediante la experiencia de placer. El sentirse bien, alegre, de buen humor y entretenido está al servicio de los fines de seducción. Gracias a su encanto fascina y hechiza a los demás. También la brillantez intelectual es una herramienta de seducción. Presenta un componente exhibicionista que se manifiesta en la charlatanería, en la compulsión por explicar las cosas.
– Estilo cognitivo: curioso, con intereses diversos y cierta tendencia a hacer gala de su inteligencia y conocimientos. Mucha capacidad de persuasión; la sabiduría es una herramienta para persuadir a los demás y justificarse ante sí mismo. El mundo imaginativo es tan poderoso que tiende a confundir imaginación y realidad, proyectos y realizaciones.
– Autoimagen: son personas que parecen encantadas de haberse conocido, con una imagen muy satisfactoria e indulgente. Detrás de ello hay unas exigencias narcisistas muy fuertes y una imagen muy oscura inconsciente
– Representaciones objetales: hay una búsqueda de relaciones que generen seguridad, de un entorno «familiar» y protector. El placer es el sustituto del amor que no parece posible alcanzar.
– Mecanismos de defensa: los mecanismos fundamentales son la «racionalización» justificatoria y exculpatoria y la «planificación» que confunde los proyectos con la realidad y evita afrontarla.
– Organización morfológica: son cuerpos con una energía suave, que no resultan agresivos. Sus movimientos son igualmente suaves, sin brusquedad, un poco felinos. Mantienen la imagen de niños eternos, capaces de disfrutar con cualquier cosa. Su aspecto suele ser desenfadado, anticonvencional, con un punto de esnobismo.
– Estado de ánimo / temperamento: juguetón, hedonista, evitador de situaciones dolorosas, que puede entrar fácilmente en estados de ansiedad y depresión cuando la evitación del sufrimiento no resulta posible, o cuando tiene que enfrentarse con los aspectos más oscuros de su personalidad.
– Manejo de la agresividad: el aspecto evitativo de todo lo doloroso da un aire lúdico a las relaciones, tratando de conseguir lo que quiere por la vía de la seducción antes que de la imposición. Cuando el dolor o la frustración se hacen inevitables, los estallidos de violencia son fuertes, descontrolados, no proporcionados a la causa desencadenante, incluso pudiendo llegar a la crueldad en ocasiones. De forma menos impulsiva se expresa en el humor sarcástico y la burla.
– Manejo de la sexualidad: es en el manejo de la sexualidad donde más claramente juega el eneatipo 7 la búsqueda compulsiva del placer. Paradójicamente, esta búsqueda compulsiva es, al mismo tiempo, la que dificulta obtenerlo ya que más que una consumación del placer lo que se produce es un entusiasmarse con la fantasía de lo que se va a vivir, con la planificación del placer. Esta fantasía conlleva mantener abiertas todas las posibilidades, no renunciar a nada.
LA PAUTA INFANTIL
Durante su infancia, los Siete experimentan una sensación en gran parte inconsciente de desconexión de la figura sustentadora (que suele ser la madre biológica, aunque no siempre). En general, .son sensibles a una tuerte frustración producida por la sensación de haber sido privados del cuidado materno a muy temprana edad, como si los hubieran destetado demasiado pronto (lo cual podría ser cierto en algunos casos). En reacción a eso, los niños Siete «deciden» inconscientemente cuidar ellos de sí mismos («No me voy a quedar sentado compadeciéndome y esperando que alguien cuide de mí. ¡Me voy a cuidar yo!»). Esto no significa que no hayan intimado con sus madres en la infancia, sino que, en un plano emocional inconsciente, decidieron que tendrían que atender ellos mismos a sus necesidades. Los motivos de esta percepción pueden variar muchísimo. Tal vez nació otro hermano y el niño Siete de pronto se sintió desplazado, desatendido por su madre; es posible que una enfermedad interrumpiera la lactancia o los cuidados maternos: o bien el niño cayó enfermo y tuvo que ser hospitalizado, o cayó enferma la madre.
También influye muchísimo en ellos la «fase de separación» del proceso de desarrollo, cuando están aprendiendo a independizarse de sus madres. Una forma de arreglárselas en ese difícil proceso de separación es concentrarse en lo que los psicólogos llaman objetos de transición. Tener juguetes, juegos, compañeros de juego y otras distracciones ayuda a los niños pequeños a tolerar esa angustia. Da la impresión de que los Siete continúan buscando objetos de transición. Mientras encuentran ideas, experiencias, personas y «juguetes» interesantes, son capaces de reprimir los sentimientos subyacentes de frustración, miedo y dolor. Pero si por cualquier motivo no encuentran ningún objeto de transición adecuado, la ansiedad y los conflictos emocionales se acumulan en la percepción consciente. Entonces, con la mayor rapidez posible, intentan controlar el pánico buscando otra distracción. Ciertamente, cuanto mayor sea la privación y la frustración sufrida por el niño Siete, más intensa será la necesidad del adulto Siete de «ocupar su mente» con diversas distracciones.
Añado a continuación un breve vídeo explicativo sobre lo que es el enegrama, creado por Jordi Pons, psicólogo de Barcelona, gran conocedor del enegrama, y muy activo en YouTube
Bibliografía
-Durán, C.; Catalán, A.: Eneagrama. Los engaños del carácter y sus antídotos. Ediciones Kairós. Primera edición: 2009.
-Naranjo, C.: Carácter y Neurosis. Una visión integradora. Ediciones La Llave. Primera edición: 1996.
-Don Richard Riso & Russ Hudson: La sabiduría del Eneagrama.
-Moriel, R.: Con los Pies en el Techo (Blog de Rafael Moriel). Eneagrama. http://rafaelmoriel.blogspot.com.es/p/eneagrama_14.html
-Peña, Alberto: Eneagrama: https://www.youtube.com/watch?v=f3quviXrczw
-Pons, Jordi: Eneagrama: http://www.psicologo-barcelona.cat/eneagrama/